Exhausta

El despertador sonó reiteradamente y Mia hizo oídos sordo. Estaba total, absoluta y positivamente (y posesivamente) exhausta. Pensó que si no se movía parecería que no se había despertado. Cuando el sueño la estaba conquistando de nuevo, alguién abrió la puerta de su habitación: 
- Mia, ¿Estás despierta?
- Aún no.
- Me estás hablando...
Mia se escondió bajo las sábanas como si le dieran invisibilidad
- Venga, Mia, por favor, necesito hacerte una pregunta. 
- ¿Prefieres una respuesta coherente o una adormilada?
- Me quedo con la adormilada. Será más sincera.

Comentarios

  1. entre el sueño y la consciencia todo parece ir más despacio... y también más claro

    ResponderEliminar
  2. Viva el estado entre el sueño y el estar despierto!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares