Culpable

Página dieciocho del diario de Mia: Lo sé, es la segunda página y no han pasado ni 24 horas. Pero soy culpable. Culpable de sentirme cohibida por mis sentimientos. Soy culpable por aún sentir y por intentar ignorarles, sintiéndome más culpable por ello. También soy culpable por no dejarme seguir. Culpable por llamar a la bruja y no escuchar sus consejos. Culpable por admitir retos prohibidos y prohibirme los caprichos. 

Y continuo en la piscina, esperando a que el agua se aclare, aunque sea con todo el cloro del mundo. Pero es invierno y las piscinas ya no abren. Pero tampoco quiero entrar en las piscinas cubiertas, me dan miedo. ¿Y si olvide nadar? ¿Y si ya no me gusta nadar? ¿Qué pasa si la piscina es demasiado acogedora y yo estoy demasiado destemplada? Porque fuera hace frío (y en el interior también). 

Me siento culpable de lanzar piedras contra los tejados y no recoger lo que cae de ellos. Soy culpable de ser culpable pero a través del espejo las cosas son planas, no son de dos ni tres dimensiones y mucho menos tienen efectos especiales.