Recuerdo nº2: Con chándal y a lo loco

- ¡Qué divertido! Hoy todo el día en el salón de actos. - ¡Ya te digo, Audrey! ¡Cómo nos lo vamos a pasar! Audrey y Mia se dirigían hacía la universidad con más ganas que nunca. Hoy era un día diferente. No tenían clase, iban a estar todo el día haciendo ejercicios teatrales para luego poner en escena algo espontáneo. Audrey entró la primera en el salón de actos y vio que había gente nueva (en la que Mia casi no se fijo): "Somos un montón", dijo. 

El coordinador de la actividad se puso en medio del escenario y les mando sentarse en el suelo: "Esto se trata de pasarlo bien, de improvisar, reírse y perder la vergüenza". Mia y Audrey eran expertas en todo eso. Ellas habían perdido la vergüenza, más bien la habían hecho desaparecer del todo. No paraban de echarse miradas cómplices. Audrey empezó a mirar a su alrededor y  le echo el ojo a uno de los nuevos e intentaba que Mia se diera cuenta. Sin embargo, Mia estaba nerviosa y no sé enteraba de nada. Estaba volando en una nube de sueños paralelos. 

Audrey, cuando terminaron, le confesó a Mia que se había contratado como celestina suya. Mia se rió y la dijo que se dejará de tonterías: "Además voy en chándal ¿qué pretendes?". Audrey ignoró el comentario y le mostró una opción (uno de esos nuevos en los que Mia no se había fijado). "¡Pero qué dices!", le dijo en voz baja. 

A Audrey no le convenció la respuesta.  La conocía y sabía que ahora Mia estaría más atenta a él. Sabía que su trabajo como celestina había acabado por unos años. 

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