Recuerdo nº 1: Desmelenada

Yo acomodaba mi cabeza en tu barriga mientras tu me acariciabas el pelo. Notaba tu respiración y los latidos de tu corazón. Me tranquilizaban. Después de 3 minutos levante la cabeza y te mire directamente sin decirte nada. Te rugí y me moví como una auténtica leona. Tu te reíste y me volviste a acariciar el pelo.

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