Inspiraciones pendientes

Cuando te fuiste te quedaste conmigo. 
Yo, de alguna manera, deje que te llevarás mi capacidad de juicio emocional y de identificar posibles planteamientos emocionales. 
Puede que tu y yo nos las ingeniáramos para que odiará aquello llamado 'amor'. 

Después recapacite, vi las imágenes a cámara lenta en mi cabeza, parando cada poco para ver cada detalle y observe las fotos sin lentillas para que el esfuerzo de mirar con gafas me hiciera ver cosas que no había visto nunca. Increíblemente la poca nitidez y el dolor de cabeza me proporciono ideas más claras y nuevas. Quitó el polvo de mis sentimientos y debajo apareció la realidad de todo. 

No digo que viviera una mentira sino que lo que vivimos (intensamente) se desmorono por cansancio y porque un muro de hormigón nos dejo a cada uno en un lado. Por más que lo intente romper el muro se volvió a formar. No tenía fuerza y nunca supe si tu las tuviste... 

Mia se había quejado de la falta de inspiración y sin querer había logrado conseguir una pizca de ella. Pero en esa pizca demostró que lo que escribía ya había pasado, eran sentimientos lejanos, palabras que ahora salían porque ya podían salir. Porque no tenían consecuencias. Estaban pendientes en su cabeza y no lo sabía. 

Lo único que estaba actualizado y parecía continuar durante bastante tiempo era esa discapacidad creada y esa falta de romanticismo (Mia solo soportaba aquel que se ve a través de la pantalla o en los libros). La vida real era bastante irreal en ese sentido. Se basaba en cosas pendientes, desconocimientos e incertidumbres varias. La vida de Mia también. Con las incertidumbre y los desconocimientos no podía hacer nada pero para las cosas pendientes tenía unas sabías palabras: "Las cosas salen dependiendo de ti no de una suerte ajena que hace lo que le da la gana".


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