Literatura abrumadora en tardes de casi verano
Sonrisas cómplices mientras lees, abrir los ojos como si te fueran a explotar, ver (realmente ver), folios y folios llenos de frases tan bien expresadas que solo pueden escribirse en mayúsculas...
Mia estaba abrumada pero totalmente feliz. Tanto como cuando llega el inicio del verano con sus primeros rayos de sol perezosos y te dan directamente en la cara. (Y ya si tienes un libro entre las manos el placer es superior)
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