Buenas noches

Página veintisiete del diario de Mia: Es un sentimiento extraño. Más bien, una sensación extraña. Pasa y no te das cuenta de que pasa hasta que lo sientes como un puñal en tu estómago. Es extraño. No me había pasado nunca o... ¿no lo notaba?. Creo que lo llevaba incubando hace tiempo. Es igual que cuando estás a punto de tener gripe. Te notas enfermo: te duele la cabeza, estás más cansado... eres consciente de que algo no va bien. En mi caso no ha sido así. Me ha pillado un poco por sorpresa (aunque si digo toda la verdad sabía que esto terminaría pasando).

Vale. Ahora partimos de la base de que ya tengo gripe. Bien. Lo lógico (y lo que los médicos recomiendan) es tomar algún tipo de medicación para atacarlo. Podría. ¿Realmente podría? Me parece que no, está tan extendido que no sé si habrá medicación que lo elimine (o ganas de que desaparezca).  Y claro que vivir con gripe no es bueno, pero aumentar el periodo de la enfermedad no viene mal para purificar el alma. Lo digo por la fiebre. La fiebre es maravillosa (la que no provoca alucinaciones... bueno, esa a veces también). Gracias a ella ves el mundo algo más borroso pero lo suficiente nítido como para observar las cosas tal y como son. Además, saca lo mejor de tí (o lo peor), vamos que te sientes auténtico. Y digo auténtico y no real, ¿eh?. Dices verdades y sales de la burbuja más o menos ideal en la que vives.  A veces, incluso descubres hechos, personas... cosas increíbles. Y a veces, te sientes tan débil que sólo duermes pero crees que te acompañan mientras sueñas (aquí es donde las alucinaciones son geniales). 

¡ay! ¡qué suerte!...Buenas noches.