Basado en hechos reales.

Hacia frio pero eso a Mia no la importaba lo más mínimo. Se puso su vestido nuevo y salió por la puerta con una sonrisa en la cara. Había quedado con Carla en la cafetería que durante semanas soportaba sus conversaciones, silencios y tonterías propias de los periodos de exámenes.

Entró en la cafetería y lo primero que se encontró fue al chico que se había convertido en su camarero. Le sorprendió ver a Mia y la sonrió sinceramente. Hacía mucho tiempo que no se pasaba por ahí. Observo el bar y se sintió como si estuviese en casa. ¡Cuántas tardes habían pasado Mia y Carla sentadas en la barra, en las mesas, tomando cola cao, café, hablando, cotilleando o simplemente en silencio!. 

Carla la esperaba con la agenda entre las manos y la blackberry como una autentica mujer de negocios. Pero miró a Mia y se dió cuenta de que se había arreglado más de lo normal para tomarse un café. En cuanto Mia se sentó, Carla la sorprendió. Abrió el bolso y sacó un paquete de color azul. Le había traído un regalo. Mia se emocionó y comenzó a desenvolver el paquete. En cuanto quito la primera parte sabía lo que había dentro. Mia se rió, cogió la caja de galletas de chocolate con forma de dinosaurios y mientras Carla le contaba que su vida, actualmente, era como un anuncio de Coca cola, Mia se terminó las galletas.