Deseos imposibles

Página 9 del diario de Mia: Yo sólo quería... da igual. No hay excusa. Los finales sucedieron, las consecuencias se notaron y el malestar inicial se mantuvo hasta el final. Maldita palabra. Odio el final, los finales, el acabarse, el sentir que algo se acaba. Y más si no pude evitarlo. Y sobre todo, odio desear tener una máquina del tiempo que me permita retroceder.

A veces pongo la mente en blanco y razono. Intento demostrar que en realidad, no es el final, que sólo es una sensación, un pequeño bache ocasionado por la... ¿inseguridad? Puede ser. Quién sabe. Yo desde luego cada vez se menos.

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