Aludidos no, gracias.
No.
Definitivamente nunca te quise.
Y tú a mí tampoco. Nunca le dimos importancia porque nunca creímos que algún día deberíamos olvidarnos de ello. Nos revelamos contra todo lo que se parecía a eso porque nos creímos autosuficiente con nuestro nuevo concepto asumido. Fuimos examantes desde la primera palabra (¿o fue en el primer brindis?) y nunca tuvimos silencios.
Creímos en el tiempo, desafiamos a la química y matamos a la normalidad.
Sudamos a carcajadas, construimos la tragedia griega y ella misma nos devoró como si de un remolino se tratará. Imbatible.
Banalizamos la hermandad.
Nunca le dimos importancia a nada. Nada se terminó vengando de nosotros y tú (ahora) te empeñas en buscar algo.
La reincidencia es una puerta giratoria que nunca podrá cerrarse ;) http://manzanaverdealucinante.blogspot.com.es/2012/05/reincidencia-amor-volver-noviazgo-despecho.html
ResponderEliminar