Frio o calor... no sé que elegir.

Página veintidós del diario de Mia: Brilla el sol y llego deslumbrada a todos los sitios. ¿Necesitas que te diga algo más?.... Continuación: El sol me encanta pero ni te imaginas lo guay que es el frío. Hubo un día que no sentía absolutamente nada, un día en el que la lluvia en la cara era lo mejor que me podía pasar. Un día que no me hubiera importado que nevará (aunque no fuera adecuadamente vestida para ello). Un día en el que el frío me calentaba y me despejaba la mente.

    Pero hay días que el sol aparece, miras hacía arriba, ves una explanada azul lisa, totalmente lisa y sonríes tanto por dentro como por fuera. Caminas más decidida por la calle, evitas las tormentas personales y respiras hondo. Sientes los pequeños rayos de sol. El viento dificulta que te mantengas firme, pero es imposible que caigas, eres más fuerte que la ventisca.

Llegas a casa. Te lanzas sobre la cama, suspiras profundamente y pronuncias un "ay" que inunda toda la habitación y te da ganas de soñar. 

...y esa noche duermes con la ventana abierta, dejando pasar el frío de marzo, pero tapada por el edredón que más calor te da.